Autor: José Manuel Leal
Etólogo y Adiestrador Canino
La socialización es un período sensible en el desarrollo del perro en el cual se observa un marcado aumento en la conducta exploratoria. El período de socialización se inicia cuando los órganos de los sentidos son apenas funcionales (3 a 4 semanas de vida) y termina con la aparición de una respuesta de miedo frente a lo desconocido (10 a 12 semanas de vida).
De 2 a 3 semanas
Realizar pruebas de visión, pruebas de audición y del reflejo de sobresalto: aplaudiendo, situando las manos sobre la cabeza del perro, en caso de no observar reacción o una reacción de miedo desmedida es necesaria una visita al veterinario.
De 3 a 8 semanas
El cachorro debe aprender a controlar su mordida. Durante las peleas con sus hermanos, si la mordida es demasiado fuerte y el cachorro mordido grita, la madre llega parra castigar al que mordió. Debemos facilitar este comportamiento de la madre.
En este periodo los cachorros deben permanecer junto a la madre en un lugar rico en estímulos visuales, auditivos y táctiles (sala de despertar).
De 7 a 12 semanas
El cachorro perfectamente vacunado y desparasitado debe SALIR a los lugares que frecuentara cuando sea un perro adulto (supermercados, paseo por la calle, plazas, parques, automóvil, etc). El comportamiento de cacería debe se sustituído por encuentros amistosos con diversos anímales.
En esta etapa el cachorro debe ser probado:
1. Control de mordida: el cachorro debe parar de morder si la persona o el animal mordido grita, si esto no ocurre, se debe castigar la mordida con un enérgico NO y una sacudida similar a la que efectúa la madre.
2. Postura de sumisión o de apaciguamiento:El cachorro debe acostase sobre su abdomen o el dorso y quedarse inmóvil en caso de conflicto (o castigo) con un adulto.
Generalmente el cachorro es adquirido en esta etapa de su vida.
De 3 a 4 meses
En esta etapa el cachorro debe ser probado frecuentemente, respecto de:
1. Postura de sumisión
2. Control de mordida
3. Ausencia de miedo
Algunas recomendaciones:
– Todos los miembros de la familia deben ocuparse del cachorro
– Se debe prohibir al cachorro seguir o privilegiar a una sola persona de la familia
– El lugar de dormir de el cachorro debe ser diferente que el de los propietarios.
– Las caricias serán dadas solo por iniciativa de los propietarios.
Bibliografía:
Dehasse j (1993), Epigenèse, èmotionnell et relatinnell du chiot, Cahier dEtologie, Liège, 12(4)443-446.
Pageat (1995), Manual de pathologie comportamentale canine, Le point Veterinarire, Paris.
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